Hacer nuevos clientes es un reto constante en mi trabajo (y ya ni hablemos de mantener a los que ya hay). Por eso cuando regalan una de mis sesiones y me piden una localización en concreto me esfuerzo por conseguirlo.
Este año me ha costado hacer unos 150 km por el campo de Cartagena para encontrar un campo de almendros en flor. Todos los que tengo localizados de otros años estaban secos y ni rastro de floración. Pero cuando estaba casi a punto de tirar la toalla recordé este campito de una ruta que hice el año pasado por el monte.
A la vuelta a casa vi un almendro con flores rosas a la orilla de la carretera y claro... ¡paré a hacerle fotos! Las tenéis al final del post.
Este es un ejemplo de cómo sería una sesión de familia (teniendo en cuenta que no hay ninguna sesión igual que otra).