Para el 70 cumpleaños de mi padre organizamos un viaje sorpresa. Él se enteró una hora antes de irnos. Mi madre preparó las maletas a escondidas. Mi hijo consiguió guardar el secreto durante varias semanas. Y mi hermano, cómplice de la idea, reveló por una videollamada que iba camino de Jávea desde Tarragona. Los ojos de mi padre en ese momento no los voy a olvidar en la vida. ❤️
Nos alojamos en Quinta la sal. En las fotos se veía un sitio bonito y muy diferente a como lo vimos. Fue una maravilla estar allí. Se respira paz. Pese a estar rodeados de casas no se escuchaba ni un coche. Lo único que rompía el silencio era el canto de los pájaros o el ruido de las ardillas jugando. Mi padre y yo, los más madrugadores del fin de semana, disfrutamos durante dos amaneceres del espectáculo tan simpático que estos animalitos nos regalaban.
Otra grandísima sorpresa fue Jávea. Ni por asomo la imaginábamos así, ¡es preciosa!. Hay una ruta de varios mirados. Nosotros fuimos a dos (Mirador de la Falzia y Mirador del Cabo Negre). ¡Hacer trail por allí debe ser una pasada!.
Yo estoy inmersa en un proceso de duelo muy doloroso, y aunque me pegué varias llanteras durante el viaje, estos días han sido una bendición y un chute de felicidad para mi alma. Ha sido justo en el momento necesario. Me llevé una libreta para escribir y crear y busqué mi momento de soledad para hacerlo. Muy sanador.
Es el primer viaje que hacemos los 5 juntos y hemos pactado hacer uno todos los años. 🤝❣️