Cuando se pasa demasiado tiempo abrazado a la tristeza corremos el riesgo de caer en depresión. Se convierte en patología. De llegar a este punto deberás contactar con un profesional que te ayude y acompañe a salir de esta fase.
No todo el mundo es capaz de pedir ayuda en este punto, es difícil hacerlo cuando se está completamente hundido, y más difícil aún es aceptar ayuda cuando no se ha pedido o no se quiere.
Con estos vídeos quise hacer visible lo que la sociedad no quiere ver; el suicidio.
«La ausencia que dejaste al matarte.
La rendición que viste como única salida.
La decepción por tu falta de lucha.
El dolor convertido en hogar.
El vacío de las preguntas sin responder.
Las palabras en forma de puñales.
El silencio enfermizo.
Las miradas ausentes.
Los abrazos vacíos.
La distancia obligada.
La rabia encadenada.
El miedo absorbiéndome.
La culpa flagelándome.
La tristeza desgastada.
La ayuda que no pediste.
La ayuda que no te di.
Las pesadillas sin dormir.
Me despierto en mitad de la noche preguntándome por qué lo hiciste, pero ya no puedes responderme.
Ya no.
Ya no estás.
Ya no eres.
Solo quiero reunirme contigo.
Ojalá le hubieras encontrado el sentido a todo lo que estabas viviendo.
Ojalá lo hubieras intentado.
Tan solo te bastaron cinco segundos de tu vida para cambiar toda la mía.
Vuelve».
Rocío B.
«Dejar entrar a la luz
es permitir que crezca la vida,
para salir de la oscuridad
hacia un nuevo florecimiento»
Rocío B.