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Nuestras vacaciones – Fotografía de familias

28 de junio de 2017

Ha sido nuestro primer viaje los dos solos. Lo reconozco, no me había atrevido a hacerlo antes. Hace dos años y medio que mi familia se redujo a él, Lua y yo. Desde ese momento todo cambió, incluida yo. Dejé de esconderme tras mis miedos y mis inseguridades para convertirme en una mujer capaz de disfrutar de la soledad, de viajar sola, pero sobre todo me convertí en alguien que se acepta y que se quiere. Cada reto, cada equivocación queda en mí para mi aprendizaje y para la educación que quiero darle a mi hijo. Si yo no aprendo, a él no le enseño, y lo cargaría con mis frustraciones, mis errores y mis miedos.

Hace un par de meses estábamos viendo Jurassic World y me dijo que él quería ir a ese sitio de dinosaurios. En ese momento me vino a la mente una conversación con mi amiga del alma  que me contaba lo bien que lo habían pasado en el que fue su último viaje en Dinópolis y me decía como a Yoel le encantaría. Al día siguiente miré a cuantos kilómetros estaba de Cartagena y por cuanto me saldría más o menos ese viaje. Desde ese momento he trabajado durante semanas hasta altas horas de la noche para tener listas sesiones para entregar y cada día que pasaba me mentalizaba que el trayecto en coche sería pesado y que tendría que parar muchísimas veces. A menos de una semana miré alojamiento y encontré una oferta en un pueblo a 15 minutos de Teruel que era perfecto, era para nosotros! Así que, reservé alojamiento y entradas y el día de antes le entregué un sobre a mi hijo en el que decía «Prepara la maleta… ¡Nos vamos a Dinópolis!».

Una vez más como lección casi nada acaba saliendo como lo planeas y él me dio el mejor viaje jamás soñado.

*Primer día:

Llegamos a mediodía, comimos, descansamos y nos fuimos a pasear por el pueblo. Lo llevé a un búnker de la guerra porque hace unas semanas que empezó a llamarle la atención este tipo de sitios. Jugamos a imaginar que forma tenía cada nube e hicimos una pequeña ruta circular por la montaña. Bebimos agua de la fuente del pueblo y de vuelta al apartamento.

(La foto de las nubes es obra suya).

*Segundo día:

Llegamos a Dinópolis antes de que abrieran y nos fuimos poco antes de que cerraran. Si fuera por él aun seguiríamos allí. Se divirtió muchísimo y alucinó con los espectáculos, pero no dejaba de preguntarme cuando íbamos a ver los dinosaurios de verdad jajaja!.

(En esta primera foto sale haciendo ese gesto porque decía que era un dinosaurio feliz).

Llegamos al apartamento agotados. Me salí a la terraza a tomar una infusión y el anf itrión me habló de una fuente que había en una montaña a tres kilómetros de allí, así que nos subimos de nuevo al coche y fuimos a ver el sitio.

La luz era preciosa, la tranquilidad era sublime, el lugar tenía magia.

(Todas las fotos en las que salgo sola me las hizo mi hijo).

*Tercer día:

Tenía planeado ir a un embalse a bañarnos pero llovió por la mañana y hacía un fresquito propio de la entrada del invierno en Cartagena, así que cambio de planes! Como Valencia nos pillaba de camino a Cartagena y por aquello del por si acaso pregunté antes de irnos a mi compi Valenciana una alternativa para hacer en un día por allí nos fuimos a pasar el día.

Este día no hice fotos pero estuvimos en sitios muy chulos y la vuelta a casa fue toda una aventura con reventones de ruedas incluidas(estamos bien).

Ahora ya ando imaginando nuestro próximo viaje juntos…

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