Compré los vuelos en agosto sin saber dónde iba a vivir en septiembre pero sabiendo que me iría de viaje en octubre a Burdeos.
Último viaje que hice fue a París con mi hijo en 2023. Este viaje llegaba tras el año más duro de mi vida y tenía un objetivo claro; disfrutar.
*En este viaje he hecho todas las fotos y vídeos que vas a ver en este post con mi móvil Google Pixel 8 pro y mi cámara Nikon Z5 con objetivo 24-200.
Empecemos el camino:
Me pregunto si a ti que me lees también te pasa lo mismo cuando vas en un avión; estar por encima de las nubes me da una sensación de grandeza (no superioridad) y por otro lado, cuando ellas se apartan y muestran las vistas me dejan ver lo pequeños que somos en el universo.
De cualquier forma verlas desde otra perspectiva a la que acostumbro me fascina.
Como ya sabrás (si me sigues de hace tiempo) no puedo tomar gluten (ni lactosa pero para esto último me tomo pastillas de lactasa para tener menos complicaciones), por lo que mis viajes se limitan a comer en los sitios que previamente he dedicado mucho tiempo en buscar.
Algo que leía en todos los foros sobre esta ciudad era "aunque ponga sans gluten pregunta porque en todos sitios llevan trazas". Solo encontré dos sitios en todo Burdeos sin gluten antes de ir, pero la vida está constantemente enseñándome a confiar...
Me hospedaba en Apartamento Residhotel Galerie Tatry. Desde que fui madre me acostumbré a alquilar apartamentos cuando viajaba por todas las comodidades que tiene, pero desde que supe de mi intolerancia al gluten tomó más fuerza.
Viajar y hospedarse en el centro de las ciudades tampoco suele ser la mejor opción para todos los bolsillos por lo que un pelín más alejados de los centros suelen haber apartahoteles bien de precio y cómodos. En Burdeos dio la causalidad que la siguiente opción a los hostel (habitaciones compartidas y sin baños) era este apartamento y vi la señal clara. Tiene una parada de tranvía a 100 m de la entrada y te deja en el centro en menos de 20 minutos y con buenos horarios.
Está dentro de lo que antiguamente era una fábrica y hay muchos más negocios, incluído Arkose Bordeaux. Es un sitio de escalada que cierra a las 00:00, tienen comida bio y... ¡opciones sin gluten sin trazas!. La cocinera y camarero me dijeron que estuviera tranquila que lo preparaban aparte para que no hubiera contaminación cruzada.
Primer regalo del viaje. ♡
A la mañana siguiente salí a las 7:30 caminando dirección al parque Bordelais. Fueron 3 km de disfrute visual. Alejado de lo conocido de las ciudades me suelo encontrar tesoros, y este también lo fue.
La temperatura de esta ciudad fue una verdadera sorpresa porque hacía más calor que en Cartagena pese a ser Octubre (que las hojitas otoñales del suelo y la lluvia no te hagan creer lo contrario).
Nada más entrar al parque me encontré con esa preciosidad de villa y me paré a observarla un buen rato mientras que a toda velocidad pasaban bicicletas y patinetes con familias camino de trabajos y colegios. Estaba muy oscuro porque todavía no había amanecido del todo y estaba nubladísimo.
Me di cuenta que estaba sonriendo mientras miraba esta casa porque un señor que estaba haciendo deporte se acercó a mí. Quería contarme su historia porque me vio que estaba alucinando haciéndole fotos, pero no entendía casi nada de lo que me decía...
Después me dediqué a pasear por el parque mientras empezaba a llover cada vez más fuerte.
No te he dicho aún para qué fui hasta este parque y no al del centro de la ciudad; ¡habían pavos reales blancos!.
Encontré a esta hembra con la suerte que había saltado la zona que tienen para ellos y pude estar cerca suya admirándola. Al macho no lo vi.
Me tuve que ir enseguida porque la lluvia, el frío y la oscuridad no me dejaban disfrutar el sitio como merecía.
Al salir del parque me fui paseando por las calles hasta una parada de tranvía que me llevara al centro (seguía lloviendo mucho). Fan como soy de las puertas pude hacer fotos a algunas y maravillarme con todas.
Me bajé antes de mi parada porque vi lo que parecía un mercadillo de antigüedades. Imagino que si eres amante las antigüedades sabrás que Burdeos no es solo conocido por sus vinos, si no también por la cantidad de anticuarios que hay. Resultó que este mercadillo (en el que bajé para buscar fotos antiguas) era una especie de rastro de cosas que parecían robadas o como si hubieran saqueado casas de personas con síndrome de Diógenes. Terrible jajajaja.
Lo bueno fue que pude empezar a recorrer calles súper bonitas y me encontré con el negocio de un fotógrafo (Pierre Wetzel) que hace fotos con cámaras antiguas. Una pasada de trabajos.
Llegué para desayunar a BAG (único sitio 100% sin gluten de Burdeos) que además es una galería de arte, ubicado en un edificio con una terraza precioooooosa. Desayuné dos veces. Lo gocé. No solo por la tranquilidad de comer en un sitio libre de gluten, si no porque estaba todo buenísimo y... ¡tenían cinnamon rolls! (¡¡¡me encantan!!!).
El sitio es super tranquilo y pude estar leyendo tranquilamente mientras me tomaba los dos desayunos jajaja (te hago spoiler; este día caminé casi 30km después de no haber dormido casi nada).
Está en pleno centro como podréis apreciar en el vídeo.
Estuve paseando por el casco histórico haciendo muchos descubrimientos. La lluvia me dio tregua y pude pararme a disfrutar haciendo fotos.
Nada más pasar Grosse Cloche me encontré con la mercería más bonita que he conocido en mi vida; La Droguerie. Siempre tejí mis gorritos para las sesiones de recién nacido, y ahora bordo fotografías, por lo que todo lo que tenga que ver con arte textil llama mi atención y me apasiona.
Una de las dependientas se reía cada vez que me miraba porque tenía todo el rato la boca abierta. Os aseguro que le sitio no es para menos. ¡Fijaos en el suelo de la tienda!
De nuevo otro regalo sin gluten; Léonidas Bordeaux. Entré para comprarle a mi hijo macarons (le vuelven loco) y la sorpresa fue descubrir que eran TODOS sin gluten y al mismo precio que unos normales. Llegaron sanos y salvos a Cartagena, y doy gracias por haber podido coger uno para confirmar que son de los más ricos que he probado ¡arrasó con todos los que compré!.
Como lo descubrí paseando, y no apunté dónde los había comprado, me ha costado muchísimo dar con la dirección. Es curioso que de las 111 reseñas ninguna hiciera alusión a que eran sin gluten. Ahora ya tienen una que sí lo pone; la mía ♡ para futuros viajeros celiacos a la ciudad.
¿Sabéis algo que llamó muchísimo mi atención? Que en esta ciudad los perros eran un miembro más de familia y en la mayoría de negocios (incluidos cafeterías y restaurantes) estaban sus seres amados no humanos. ♡♡♡♡♡
En muchísimas casas también vi gatos, y ni uno viviendo en la calle. ♡♡♡♡♡
Max à table ! Le Bistro connecté no es 100% sin gluten pero lo que tienen sí es sin trazabilidad. Te adaptan muchísimos de los platos. Era el segundo sitio más recomendado después de BAG. El chico que me atendió entendía perfectamente el español y lo hablaba porque estuvo viviendo en España. La atención fue perfecta aunque me pusieran una tabla de quesos y embutido para 4 yendo yo sola jajaja. Está ubicado en una plaza preciosa. Estuve super cómoda.
Lo que me sobró (obvio con tanta cantidad me iba a sobrar) me lo pusieron para llevar en una cajita con el número 11. ♡
Este párrafo seguramente es el que menos me guste escribir de este post, pero igual que cuento y muestro lo bonito del viaje también me parece importante dar a conocer este tipo de vivencias.
En esta ciudad he vivido situaciones muuuuy desagradables con hombres. Otras son más de lo mismo que vivo en mi ciudad. Y otras que podrían calificarse como anecdóticas.
El último día conocí a un grupo de españoles que estaban de Erasmus y me confirmaron que en Burdeos algunos hombres no tienen filtro de lo desagradable, pero cuando les conté que mientras estaba en pleno centro un tipo aprovechó que yo miraba Google maps para restregar su cara con la mía e intentar besarme no daban crédito.
Esta mañana mientras me había sentado a descansar y ver el río (es una zona muy concurrida de gente) paró un coche de policía frente a mí. Me preguntaron si había perdido un móvil, después si me habían robado algo, y por último me preguntaron si estaba bien... Ya en casa y con todas las vivencias comprendo por qué lo hicieron... ♡
Me entristece y me frustra que mi libertad como mujer se tenga que ver siempre limitada por algunos hombres de esta sociedad.
*Al final de este post vuelvo a hablar de este tema por otra vivencia.
Estuve paseando varios kilómetros dirección a la calle de los anticuarios, y en la calle de antes me topé con esta cafetería {la vie en rose} que no podía ser más acogedora y bonita (había vuelto a llover y no me podía sentar en la terraza, pero de las dos salas que tenía me senté en la de dentro que tenía una luz preciosa y más tranquilidad). Todo llevaba gluten pero yo necesitaba un café americano en vena.
En el patio hice foto a esta salida de humo que veía en muchas casas de la ciudad y mi mente creaba montones de cosas diferentes jijiiij. ¿Tú que ves?
No encontré fotos antiguas (solo postales) en todas las tiendas de antigüedades a las que entré, pero encontré esta postal bordada que me pareció una maravilla.
Algo que te recomiendo hacer es cruzar el puente el "Pont de Pierre" y ver la ciudad desde otro punto. Es como cuando miras las circunstancias desde otra perspectiva.
La catedral de la ciudad era impresionante pero he de decir que para mí La Basílica de San Miguel tenía algo muy especial. Imagino porque cada vez que me abre Mar Andreu los registros Akáshicos siempre me aparece el Arcángel Miguel.
Este viaje ha sido el menos organizado de toda mi vida. No había preparado qué sitios visitar, etc... Tengo la sensación que no he disfrutado esta ciudad como se merecía. No he aprendido de ella. No me he nutrido de sus vivencias.
Imagino que tenía que viajar te esta manera para tomar la lección que no es mi forma de viajar. Pasear sin rumbo es bonito un rato, un día, no un viaje completo... No para mí y mi mente inquieta.
Este día sin rumbo claro y con una lluvia que no cesaba hice pocas fotos.
Cuando estuve en Berlín en 2021 me compré el paraguas con el que siempre había soñado. Esta foto es la última foto que tengo de él. Me lo dejé olvidado en el bus :(...
Te puede parecer una chorrada este comentario, pero ¿sabes que también se viven duelos por pérdidas de cosas materiales?. Así es. Este paraguas significaba muchas cosas para mí...
Otra vez me vino el recordatorio de la importancia de aprender a soltar hasta algunos recuerdos del pasado...
BAG ♡ otra vez.
Y si viviera allí iría todas las semanas.
A Burdeos la llaman la pequeña París. En mi opinión no tienen nada que ver, y esta ciudad no tiene nada que envidiar a la concurrida ciudad Parisina. Es tan bonita que por momentos me quedaba muda y sin respiración. Quizás por este motivo es la ciudad más silenciosa que hayan podido valorar mis oídos. Un respeto que se hacía complice en las miradas y guiños de los residentes.
Siendo tan turística por las mañanas era muuuuuy tranquila. Viajar entre semana tiene este punto positivo.
Este vídeo que grabé lo hice porque había rincones de la ciudad (imagino por el aire medieval) que me recordaban a Edimburgo (no puedo poneros el post porque con el cambio de hosting perdí muchas entradas de mi blog, incluida la de Edimburgo).
Fui en Abril de 2011 embarazada de mi hijo. Todavía no era fotógrafa, ni planteamiento de serlo, pero me encantaba la fotografía.
Me encantan las piedras preciosas (si me sigues por Instagram sabrás que me encanta buscar por el monte), y creo en la asociación que tienen a lo emocional (como buena bruja jiijij). Habían varias en Burdeos súper impresionantes de bonitas, pero los precios bastante inasequibles...
De camino a Darwin Eco-système vi la tienda La Maison des Deux féex. Compré tres minerales que llamaron mi atención con la esperanza de que alguno de ellos no lo tuviera mi padre en su gigantesca colección (así fue jejeje).
Si bien antes os comentaba que cruzarais el puente, ahora os recomiendo continuar el paseo por este lado del río, ya que hay una paseo súper agradable y te lleva hasta este espacio de ocio y creativo (Darwin Eco-système).
Llega el final del viaje, con una luna llena impresionante de bonita, en la que por debajo de la puerta del apartamento un tipo metió esta nota (ya os comenté que volvería retomar el tema). Pasé miedo. Con cada ruido me despertaba en las tres horas que estuve acostada. A la mañana siguiente cuando hice la salido del apartahotel les di la nota. El chico de recepción se puso blanco. De verdad. No os imagináis la de veces que me pidió disculpas y lo mal que se pudo porque un hombre hubiera llegado a escribir eso.
Ojalá si más mujeres recibieron esa noche la misma nota la entregaran en recepción y se hayan tomado las medidas necesarias. Dejar de callar este tipo de situaciones estoy convencida nos hace a las mujeres más fuertes.
Para concluir el viaje de comentaré que el aeropuerto de Burdeos es súper pequeño. Que si coges el avión de vuelta a España antes ni que tan si quiera amanezca ¡no tienen cafetería después de pasar el control!, aunque sí una zona de videojuegos... Menos mal que me compré el día de antes en BAG desayuno para este día y me preparé café en el apartamento antes de salir.
El viaje en el avión lo hice 90% durmiendo. Primera vez en mi vida. ¡Qué sueño! ¡Qué intensidad de viaje! ¡Qué potente está el 2024 de lecciones!.